Evolución de las cafeteras

La cafetera es un artefacto que ha venido sufriendo muchos cambios para mejor. La historia de este aparato inicia por allá en el siglo XV como una  jarra de cobre con un  mango alargado de madera llamada “cezve” empleado por los turcos para  hervir agua con pulverizado de café arábigo. Esta manera de hacer café se practica aún y es una costumbre declarada patrimonio cultural de la humanidad.  

El café llega a  Europa: hacer más en menos tiempo 

Pero el gusto por tomar café se introdujo en Europa y fue necesario agilizar los procesos manteniendo el sabor de la bebida, así que en 1802, el farmaceuta Francois Descroiselles, probó a juntar dos recipientes metálicos, colocando entre ellos una malla. En el recipiente inferior el agua hervía  y cuando el vapor traspasaba la malla  con polvo de café, se formaban gotas de infusión por condensación que alcanzaban a hacer una taza de café.

A partir de esta cafetera, el diseño empezó a desarrollarse. En 1850 surge la cafetera de émbolo, “la francesa”.  En 1876  alemania patentó su “Etzansberger´s”, una cafetera a  presión. En 1901 Luigi Bezzera creó la  primera cafetera industrial para expresso, comenzando allí la era de los bares de café. 

En 1908, Melita Benz- tuvo la idea de incorporar un filtro a la máquina de café. En 1933 Luigi de Ponti  diseñó la cafetera Moka o italiana.

Luego aparecen las cafeteras eléctricas y  por goteo. Después surgieron propuestas cada vez más sofisticadas con molinillo y  compartimientos para agua y leche.

Revolución de las cafeteras: La aparición del café en cápsulas

Y fue en el año 1989 cuando la manera de hacer café experimenta un gran salto con la aparición de las cafeteras monodosis de Lavazza cápsulas. Estos aparatos  completamente automáticos,  solo requerían  insertar Lavazza cápsulas y pulsar un botón. 

Las Lavazza cápsulas permitieron preparar una taza de café personalizado de forma pulcra, sin errores por exceso o déficit de sabor. 

Inspirados la cafetera de Lavazza cápsulas,  se han realizado variaciones de esta propuesta. Incluso ya se habla de cafeteras inteligentes que programan el aparato con una aplicación desde el teléfono móvil.